Las muelas del juicio son molares adultos que se desarrollan entre los 18 y los 25 años y son los últimos en aparecer en la boca de un adulto. Antes de la revolución agrícola, los humanos sobrevivían solo de la caza y la recolección y por lo tanto, la mandíbula ejercía mucha fuerza debido a la dureza de los alimentos que consumían. Esto estimulaba la expansión de la mandíbula para albergar las muelas del juicio que proporcionaban más ayuda para masticar y digerir alimentos y acomodar el aumento de la ingesta calórica en adultos. Pero, después del cambio a la agricultura, los humanos comenzaron a consumir alimentos blandos y cocidos que no requerían tanto trabajo de la mandíbula. Esto eliminó el estímulo de la mandíbula para expandirse lo suficiente como para albergar las muelas del juicio, y muchas personas luchan con los inconvenientes que conlleva su desarrollo.
Cuando las muelas del juicio están emergiendo, pueden surgir problemas como dolor, caries y posibles infecciones. Esto ocurre cuando no hay suficiente espacio en la mandíbula para acomodar los molares adultos, lo que puede causar apiñamiento y dificultar la limpieza de los dientes, lo que conduce a la formación de caries y otros problemas. Si se produce una infección, puede haber hinchazón, dificultad para abrir la boca e incluso fiebre, y se necesita atención odontológica para tratar el problema. En algunos casos, la extracción del diente afectado puede ser necesaria para aliviar los síntomas.
Los molares adultos además de poder causar dolor y caries, y en algunos casos, quedarse atrapados debajo de las encías porque no hay suficiente espacio para que puedan crecer, lo que se conoce como una muela del juicio impactada.
Para tratar las muelas del juicio, primero debes visitar a tu dentista si sientes dolor o incomodidad. El dentista realizará un examen bucal y una radiografía para evaluar la situación y determinar si la extracción es necesaria.
Si las muelas del juicio están impactadas, es probable que necesiten ser extraídas para evitar complicaciones futuras. Las muelas del juicio no pueden causar apiñamiento dental, pero pueden dañar los dientes vecinos. Si tienes apiñamiento dental, puedes considerar opciones de ortodoncia o odontología cosmética, como frenillos linguales o carillas. No todas las personas desarrollan muelas del juicio, y una vez que se extraen, no vuelven a crecer, aunque algunas personas pueden tener más muelas del juicio que el promedio y necesitar más extracciones.